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Noctiluca, princesa de las luciérnagas cepedanas.
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El cielo de Ferreras, grandioso de día y de noche
En pocos lugares del mundo se puede disfrutar de un cielo tan despejado y brillante como el nuestro, especialmente si levantamos la vista desde uno de los chanos o tesos de nuestra tierra.
De noche se pueden ver tantas estrellas y se ven tan luminosas que casi no es posible identificar las más importantes.
Por el día nuestro cielo tiene también una luz y un color tan vivos que merecería un pintor como Velázquez.
Diríamos, cegados por nuestro entusiasmo patriotero, que el nuestro es el cielo más grandioso del mundo, al menos tan grandioso como el que más; porque tenemos la suerte de disfrutar de una atmósfera poco contaminada, salvo por el alumbrado público y los lanzadestellos de los aerogeneradores de los sierros del norte. Por eso os recomendamos que os lleguéis cualquier noche despejada a El Souto, Las Praderas, el Chano de Valdevela, La Chana, El Tesón o Matalascanda y ya veréis lo que veis...
Nunki y Falispa, dos ferrerillos astrónomos, atentos al vuelo de El Cisne, que precede a Pegaso, el caballo alado, en su viaje hacia el poniente.
Rapacines, ¿queredes que vus digay d'ónde me vien a mí est'afición a mirar pa'l cielo?
Pues de cuando éramos niños. ¿Nu sabedes qu'antes de dir pa la cama salíamos a ichar la última meadina n'el curral? Yo algunos días hacíailu desde'l corredor, tratando d'allegar muy lejos. Siempre ichábamos también una miradina p'arriba.
También mirábamos el cielo cuandu estábamus regando pur la noche, o cuando íbamos a durmir en la era pa guardar el muelo, o cuando salíamos antes del alba pa ralvar, bimar, segar, acarriar o sembrar. ¡Vaya lo duro qu'era aquello, cun lu calentina que quedaba la cama!
D'algunas veces, cuando me quedabay embobau mirando p'arriba, tenían que decirme: "¡Arrea p'alante, pasmau, que vas a tropezar n'un murriello y te vas a esmocar! ¡Pu qu'ontavía te cague un pájaro pa esa boca abierta!"
Lo que pasa es que no teníamos muy claro cúmu se llamaban las estrellas. Cunucíamos "El Carrín" y sabíamos que había "Las Tres Marías", "El Luceru l'Alba", "La Jurnalera", "Las Curredoras"... Pero peme qu'a menudo yes cambiábamos el nombre. You, por jemplo, cunfundíay al Lucero L'Alba o a la estrella Polar con Venus.
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| Velahí: un pasmadín admirando estrellas |
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El cielo en Ferreras. Falsas impresiones y dudas.
Dedicado a la memoria de nuestro maestro don Eusebio (1952-1956), que intentó, con buen resultado, abrir al firmamento nuestros ojos infantiles.
A poco que levantemos la vista al cielo desde uno de los chanos de Ferreras, obtendremos unas impresiones que no siempre serán acertadas.
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¿Es la Tierra un cuerpo plano?
La primera impresión es que La Tierra que habitamos es un cuerpo plano con un relieve irregular de montes y valles y que nosotros estamos en equilibrio sobre ella porque está parada, estática en una posición fija.
Pues esa impresión no es cierta. Ya hace mucho tiempo que sabemos que la Tierra es un 'planeta azul' con forma de esfera achatada por los polos y ensanchada por el Ecuador, que gira de forma ininterrumpida. Estos movimientos son dos:
- La sucesión del día y la noche.
- Las corrientes oceánicas
- La predominancia de los vientos.
- el movimiento de traslación alrededor de El Sol, a una velocidad de 30 kilómetros por segundo, determina la duración del año - 365 días, 6 horas, 9 minutos y 10 segundos- y produce varios efectos:
- La sucesión de las estaciones: primavera, verano, otoño e invierno.
- La variación de las temperaturas: calor en verano, frío en invierno...
- La variación en la duración del día (más largo en verano) y de la noche (más larga en invierno), con casos extremos como el día polar (24 horas de sol) y la noche polar (24 horas sin sol), que afectan a los polos de la Tierra.
Para una mente infantil, y también para una mente madura desinformada, parece increíble esta afirmación de que vivimos en una esfera en movimiento continuo, ya que de inmediato nos imaginamos que, de ser cierta, nosotros no podríamos permanecer de pie sobre ella, nos caeríamos y rodaríamos sobre el terreno. Pues más nos vale empezar a creerlo, porque es cierto.
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¿Es muy grande la Tierra?
La segunda impresión es que este planeta, la Tierra, es inmensamente grande, mucho más grande que todos los cuerpos celestes que vemos a simple vista en el cielo.
Pues resulta que tampoco es cierto. Su tamaño tan sólo es significativo dentro del sistema solar. Comparando el diámetro de la Tierra con el de los demás cuerpos celestes que vemos a simple vista, resulta que la Tierra es aproximadamente 4 veces mayor que la Luna, dos veces mayor que Marte y un poquito mayor que Venus (nuestro Lucero del Alba); pero es nueve veces menor que Saturno, 11 veces menor que Júpiter, 110 veces menor que el Sol y 7.000 veces menor que la estrella Betelgeuse.
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| Imagen comparativa del tamaña de algunos cuerpos celestes |
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¿Es el Sol la estrella más grande?
La tercera impresión nos hará creer que el Sol es la estrella más grande, seguida de la Luna, Júpiter, Venus, Sirio, etc.
Todas estas apariencias son también erróneas. Nos engaña la distancia para que veamos más grandes los cuerpos celestes más cercanos (magnitud aparente).
Pero corrijamos primero los errores más graves:
- La Luna no es una estrella, sino un satélite de la Tierra, y no tiene luz propia. Lo que vemos de la Luna es su cara iluminada por el Sol. Y su tamaño es insignificante entre los cuerpos celestes.
- Tampoco los planetas Marte, Júpiter o Venus, que vemos casi todas las noches, tienen luz propia y su tamaño no es significativo comparado con las estrellas.
- El Sol es la estrella más próxima a nosotros, por eso nos parece la más grande y brillante, pero en realidad es una estrella de tamaño pequeño, ya que el 90% de las estrellas son mayores que nuestro Sol. Se considera que el Sol es una 'enana amarilla', con 4.500 millones de años de edad actual (mitad de su vida previsible), que alcanza una temperatura de unos 6.000 grados en su superficie y emite una luz de color amarillo claro, casi blanca. Este sol nuestro sigue y deberá seguir siendo para nosotros la estrella más importante - ya aprenderemos que vivimos gracias a él-.
Este enlace le mostrará la lista de las estrellas de mayor magnitud aparente
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¿Se apagan las estrellas durante el día?
Otra impresión podría sugerirnos que todos los cuerpos celestes tienen luz propia y producen calor por estar ardiendo, y que se apagan después de las primeras claridades del alba hasta para volver a encenderse bastante después de oscurecer.
También esa es una impresión falsa. El cielo está siempre repleto de cuerpos celestes; pero la luz del sol nos impide verlos generalmente. Es como si el sol los apagara a fuerza de claridad. Dejamos de verlos nada más empezar a amanecer por causa de la reverberación de la luz del sol en las partículas de polvo y gases que llenan nuestra atmósfera y volvemos a verlos después de oscurecer, cuando no llega ninguna luz del sol a las partículas de la atmósfera que la podrían de reflejar.
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| Cielo azul, con estrellas que no se ven por la reverberación de la luz del sol |
Esta impresión nos sugiere que todas las estrellas, igual que El Sol, lucen del mismo color blanco amarillento.
No es cierto. No todas lucen igual y con el mismo color, al menos nosotros las vemos distintas. Para la luz que recibimos cuentan muchos factores:
- La intensidad o brillo de la luz que percibimos (magnitud aparente) se puede determinar por lo que tardan en hacerse visibles al oscurecer o en desparecer al amanecer: las primeras en aparecer y últimas en desparecer son las de mayor magnitud. La magnitud depende del tamaño (las grandes) , de su edad y de la distancia de la estrella a nosotros.
- El color depende más de las condiciones en que nosotros recibimos su luz que de las condiciones en la que la genera cada estrella.
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¿Estamos solos en el universo, bajo El Sol?
Otra impresión es que nuestra tierra tiene a El Sol a su exclusivo servicio, como una lámpara que nos alumbra y un radiador que nos calienta, y que estamos solos en en el universo.
No es cierto. Formamos parte de nuestro sistema solar, integrado por El Sol, con sus 8 planetas, entre ellos La Tierra con su satélite, La Luna, varios planetas enanos y muchos asteroides, todos ellos orbitando al Sol, atraídos y retenidos en su entorno por su fuerza de gravedad (la de El Sol).
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Representación del sistema solar |
La vista de esta imagen ya nos da una idea bastante aproximada de las grandes dimensiones de nuestro sistema solar y de nuestra limitada importancia, por el reducido tamaño de La Tierra y por nuestra pequeñez dentro de las dimensiones de la superficie terrestre (más de 500.000 kilómetros cuadrados). Esta información modera nuestra soberbia al considerar nuestra pequeñez y la grandeza de lo que nos rodea.
Y no acaba aquí la grandeza. Sólo empezamos a vislumbrarla:
Porque nuestro sistema solar es sólo uno de los incontables sistemas estelares de una galaxia, La Vía Láctea, a la que pertenecemos y que es, a su vez, una más de los millones de galaxias que integran el universo.
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Representación de La Vía Láctea, la galaxia a la que pertenecemos. En uno de sus brazos, el brazo de Orión, se localiza nuestro sistema solar. |
Nuestra galaxia, La Vía Láctea (camino de leche, como la denominaron en la antigüedad), resulta parcialmente visible, a simple vista, en las noches de cielo despejado. La podemos distinguir como una ancha y tenue senda de luz clara, formada por gases y medio millón de estrellas de todos los tamaños. Esta senda cruza la bóveda celeste y también la denominamos 'Camino de Santiago' porque desde algunos puntos de observación parece indicar la dirección de sureste a noroeste, hacia Santiago de Compostela; pero esta apreciación no es exacta.
Cuando observamos lo poco que alzamos a vislumbrar de nuestra galaxia, no nos parece creíble el hecho de que formamos parte de ella; pero esto sí es cierto.
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| Así se ve La Vía Láctea desde la tierra |
Por si quieres saber más: "¿qué es una galaxia?"
Estas verdades nos pueden sobrecoger y suponen una buena cura de humildad que debe acrecentar nuestro respeto por el universo en que hemos sido nacidos.
Pero, si alcanzamos a ver en medio de esa cavilación la estela de un avión que surca el cielo, su paso nos hace pensar en la categoría que nos da el hecho de ver, sentir, pensar y razonar y, más que nada, la capacidad de los humanos para progresar científica y técnicamente, lo que no debe disminuir ese respeto hacia nuestro mundo, sino, por el contrario, transformarlo en veneración.
Siendo realistas y sinceros, nos daremos cuenta de que somos los que somos y que seremos lo que seamos capaces de ser, siempre que mantengamos nuestro esfuerzo de superación y el control de nuestros propios actos para acomodar nuestro paso por la vida al respeto debido.
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Y no acaban aquí las sorpresas ni las buenas noticias:
Sí es cierto que, en medio toda esta inmensidad incontable del universo, resultamos ser muy poca cosa y ocupamos muy poco sitio en el mundo y muy poco tiempo en la vida. Pero también es cierto que Todos los átomos que hoy componen nuestro cuerpo, como piezas de un puzle, se formaron un día en el interior de alguna estrella. Somos hijos de las estrellas.
Pues bien, a pesar de esta insignificancia, nos conviene saber dónde estamos, al menos dentro de nuestro sistema solar, y no debemos dejar de considerarnos importantes.
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¿Giran el sol, la luna y las estrellas alrededor de la Tierra?
Otra impresión puede darnos la idea de que nosotros y la Tierra somos el centro del universo y que todo gira en torno a nosotros. Nos parece que el Sol, los planetas, la Luna y todas las estrellas giran alrededor de la Tierra, dando una vuelta cada 24 horas, desde el saliente, por Matalascanda, hacia el poniente, por La Chana. Tan sólo se excluye de esta marcha la Estrella Polar (de la constelación de La Osa Menor), que permanece fija en el Norte, sobre Escuredo.
Pues tampoco esto es cierto. Lo que está sucediendo es que somos nosotros, sobre la Tierra que habitamos, los que giramos hacia el Este, dando una vuelta completa cada 23 horas, 56 minutos y 4 segundos. Es a causa de ese movimiento por lo que dejamos atrás a los demás cuerpos celestiales que vemos, excepto la Estrella Polar.
Tampoco el Sol ni las estrellas están siempre en un lugar fijo. Tienen sus propios movimientos; pero están a tanta distancia de la tierra, que la percepción de sus movimientos es nula.
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¿La Luna no es siempre igual?
Nos parece que la Luna no es siempre igual. Unas veces es un círculo luminoso (Luna llena), otras veces es una especie de rodaja del círculo (cuarto creciente y cuarto menguante), y otras veces es apenas una fina circunferencia (Luna nueva).
Lo cierto es que la Luna es siempre igual, otra esfera rocosa y sin luz, que gira alrededor de nuestro planeta en un período que dura 29 días, 12 horas, 43 minutos y 12 segundos. Este movimiento hace que cambie la posición de la Luna con relación a la Tierra y el Sol. Por eso nosotros, desde la Tierra, veremos iluminada por el Sol toda su superficie o solamente una parte de ella, dando lugar a lo que llamamos “fases lunares”:
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| Aspecto de La Luna que apreciamos en cada fase. |
• En la fase de "Luna nueva" (noches 0 y 29) la Luna está más cerca del Sol que la Tierra y solamente vemos su cara no iluminada.
• En "primer creciente" (noches 1, 2, 3, 4, 5 y 6) vemos la Luna con cuernos, cada noche más ancha.
• En "cuarto creciente" (noche 7) vemos la mitad de la cara iluminada de la Luna
• En "Luna con joroba creciente" (noches 8, 9, 10, 11, 12, 13 y 14) vemos más de la mitad de la cara iluminada de la Luna.
• En "Luna llena" (noche 15) la Tierra está casi entre el Sol y la Luna, lo que nos permite ver la totalidad de la cara iluminada de la luna.
• En "Luna con joroba menguante" (noches 16, 17, 18, 19, 20 y 21) vemos más de la mitad de la cara iluminada de la Luna.
• En "cuarto menguante (noche 22) vemos la mitad de la cara iluminada de la luna.
• En "último menguante" (noches 23, 24, 25, 26, 27 y 28) vemos la Luna con cuernos, cada vez más estrecha.
2.1.4.- Estrellas y constelaciones identificables en nuestro cielo
La información que figura a continuación sirve, en líneas generales, para cualquier día de cualquier mes. Aunque las representaciones de la bóveda celeste que siguen corresponden exactamente a las 21,00 horas del 15 de febrero de 2014, si se aplican las variaciones que correspondan, nos podrán servir para otros días y horas de otros años.
Cada dibujo (asterismo) representa a una constelación, con su nombre en azul. Los puntos representan a las estrellas con los nombres de las principales en negro.
No conviene olvidar que, salvo la Estrella Polar, todas parecen girar de este a oeste, pero la verdad de la buena es que somos nosotros los que giramos de oeste a este con el movimiento de rotación de La Tierra.
2.1.4.1.- Mirando hacia el norte (en dirección a Escuredo)
Las primeras observaciones del cielo estrellado suelen hacerse localizando la constelación de La Osa Mayor, el asterismo con siete estrellas en forma de "carrín", que el 15 de Febrero a las 21,00, se encontrará sobre Los Chanos, con la pezonera apuntando hacia abajo, a Las Omañas. Una vez localizadas sus siete estrellas, prolongaremos la línea imaginaria que va de Merak a Dubhe (tablero trasero del carro) unas cinco veces y eso nos marcará la posición de la Estrella Polar, que se encontrará en la vertical sobre Escuredo, señalando el Norte celeste y el quicio imaginario sobre el que gira la bóveda estrellada.
Después, habrá que ir localizando las agrupaciones de las estrellas que corresponden a las figuras (asterismos) de las demás constelaciones
2.1.4.2.- Mirando hacia el sur (en la dirección de El Barrero)
En esta dirección la constelación con el asterismo más aparente para ser localizado es Orión, el cazador o guerrero, formado por Betelgeuse (hombro derecho), Meissa (cabeza), Bellatrix (hombro izquierdo), Rigel (rodilla izquierda), Saiph (rodilla derecha) y Las Tres Marías - Alnitak, Alnilam, Mintaka - (en el cinturón).
Una vez identificado este asterismo de la constelación de Orión, nos servirá de referencia para ir identificando las demás constelaciones y estrellas.
Esta observación hacia el sur merece la pena en las noches de invierno por la conjunción de cuerpos celestes notables que está presentando y que no son visibles en verano.
2.1.4.3.- Lista de los cuerpos celestes más luminosos.
Es posible explorar directamente la información sobre cada uno de estos cuerpos (wikipedia), pulsando sobre el enlace correspondiente a su nombre propio.
Luminosidad de los cuerpos celestes | ||||
Nombre propio | Nombre español | Distancia (años luz) | ||
−26.73 | | | | |
-12,6 |
|
|
| |
-4,4 |
|
|
| |
-2,9 |
|
|
| |
-2,8 |
|
|
| |
-1,9 |
|
|
| |
−1,47 | α Canis Majoris | Sirio | 8,6 | |
−0.72 | α Carinae |
| 310 | |
-0,24 |
|
|
| |
−0.04 var | α Bootis |
| 37 | |
−0.01 | α1 Centauri |
| 4.4 | |
0.03 | α Lyrae |
| 25 | |
0.12 | β Orionis |
| 770 | |
0.34 | α Canis Minoris |
| 11 | |
0.50 | α Eridani |
| 140 | |
0.58 var | α Orionis |
| 430 | |
0.60 | β Centauri |
| 530 | |
0.71 | α1 Aurigae | Cabritilla a | 42 | |
0.77 | α Aquilae |
| 17 | |
0.85 var | α Tauri |
| 65 | |
0.96 | α2 Aurigae | Cabritilla b | 42 | |
1.04 | α Virginis | Espiga | 260 | |
1.09 | α Scorpii |
| 600 | |
1.15 | β Geminorum |
| 34 | |
1.16 | α Piscis Austrini |
| 25 | |
1.25 | α Cygni | Cola | 3200 | |
1.30 | β Crucis Australis |
| 350 | |
1.33 | α2 Centauri |
| 4.4 | |
1.35 | α Leonis | Rey pequeño | 77 | |
1.40 | α1 Crucis Australis |
| 320 | |
1.51 | ε Canis Majoris |
| 430 | |
1.62 | λ Scorpii |
| 700 | |
1.63 | γ Crucis Australis |
| 88 | |
1.64 | γ Orionis | Guerrera | 240 | |
1.68 | β Tauri |
| 130 | |
1.70 | β Carinae |
| 110 | |
1.70 | ε Orionis | Tres Marías 2 | 1300 | |
1.70 | ζ1 Orionis | Tres Marías 1 | 820 | |
1.74 | α Gruis |
| 100 | |
1.76 | ε Ursae Majoris |
| 81 | |
1.78 | γ12 Velorum |
| 840 | |
1.80 | ε Sagittarii |
| 140 | |
1.82 | α Persei |
| 590 | |
1.84 | δ Canis Majoris |
| 1800 | |
1.85 | η Ursae Majoris |
| 100 | |
1.86 | θ Scorpii |
| 270 | |
1.87 | α1 Ursae Majoris |
| 120 | |
1.90 | γ Geminorum |
| 100 | |
1.91 | α Pavonis |
| 180 | |
1.92 | α Trianguli Australis |
| 420 | |
1.96 | α1 Geminorum |
| 52 | |
1.98 | β Canis Majoris |
| 500 | |
2.00 | α Hydrae |
| 180 | |
2.00 | α Arietis |
| 66 | |
2.01 var | α Ursae Minoris | Estrella Polar | 430 | |
2.03 | δ1 Velorum |
| 80 | |
2.04 | β Ceti |
| 96 | |
2.05 | κ Orionis |
| 720 | |
2.06 | σ Sagittarii |
| 220 | |
2.06 | θ Centauri |
| 61 | |
2.06 | α Andromedae |
| 97 | |
2.06 | β Andromedae |
| 200 | |
2.08 | β Ursae Minoris |
| 130 | |
2.09 | α2 Crucis Australis |
| 320 | |
2.10 | α Ophiuchi |
| 47 | |
2.12 var | β Persei |
| 93 | |
2.13 | β Gruis |
| 170 | |
2.14 | β Leonis | Colita | 36 | |
2.21 | ζ Puppis | Nave | 1400 | |
2.23 | λ Velorum |
| 570 | |
2.23 | γ Draconis |
| 150 | |
2.24 | α1 Coronae Borealis |
| 75 | |
2.24 | γ Cygni |
| 1500 | |
2.25 | α Cassiopeiae |
| 230 | |
2.25 | ι Carinae |
| 690 | |
2.26 | γ1 Andromedae |
| 350 | |
2.27 | ζ1 Ursae Majoris |
| 78 | |
2.27 | β Cassiopeiae |
| 54 | |
2.27 | ε Centauri |
| 380 | |
2.28 | γ1 Leonis |
| 130 | |
2.28 | α Lupi |
| 550 | |
2.29 | δ Scorpii |
| 400 | |
2.29 | ε Scorpii |
| 65 | |
2.32 | η Centauri |
| 310 | |
2.35 | β Ursae Majoris |
| 79 | |
2.37 | α Phoenicis |
| 77 | |
2.38 | κ Scorpii |
| 460 | |
2.39 | γ Cassiopeiae |
| 610 | |
2.40 | ε Pegasi |
| 670 | |
2.40 | η Canis Majoris |
| 3200 | |
2.4 | ε1 Carinae |
| 630 | |
2.42 | β Pegasi |
| 200 | |
2.43 | γ Ursae Majoris |
| 84 | |
2.44 | α Cephei |
| 49 | |
2.46 | κ Velorum |
| 540 | |
2.49 | α Pegasi |
| 140 | |
2.50 | ε Cygni |
| 72 | |
La app Sky Map en los smartphones es muy útil para identificar los cuerpos celestes.
