¿Cómo la vamos a hacer?
Medio en broma; pero muy en serio.
Creando, uno por uno, cada artículo, cada página de las que se compondrá cada tema, lo que implica varias tareas: pensar y redactar los textos, editarlos y publicarlos.
Las tareas que requieren más esfuerzo son las de pensar y redactar los textos. La edición consistirá en dar una presentación agradable a los textos para hacerlos más atractivos para su lectura, añadiendo imágenes (fotografías, vídeos, dibujos), música, recitados, pasatiempos...
En muchos casos tendremos que revisar y corregir los contenidos para enmendar errores o añadir mejoras, para lo que este medio nos ofrece la facilidad de poder modificar cada contenido tantas veces como sea conveniente.
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Despacio y sin parar.
1.2.1.- Empezaremos por introducir los contenidos nuevos, cada artículo que se nos vaya ocurriendo.
Al hacerlo, respetaremos siempre, como manual de estilo propio, nuestro decálogo o tablas de ley:
- ...
- Santificarás las fiestas.
- Honrarás a tus padres, antepasados, parientes, vecinos y conocidos.
- No levantarás falsos testimonios ni mentirás.
- Respetarás las ideas y el honor de los vecinos.
- Evitarás correates(2), chismorreos, injurias, calumnias y fanatismos (políticos, deportivos, religiosos...).
- Dirás palabras claras, sin dobleces, fáciles de entender.
- ...
De momento vamos a echar la trilla para que el sol vaya calentando la paja.
¡Niño, endesque yo esparzay los manojos, vey cortando las garañuelas con la fou; pero ten ciudao nu se t'esgape la fou a una pierna y te vayas a desgraciar!
1.2.2.- Después tendremos que mejorar continuamente los contenidos ya existentes, hasta que nos parezcan correctos.
Daremos vueltas y más vueltas en el trillo para triturar la paja y sacar el grano.
¡Niña, nu t' esfoutes y atiende a aparar las muñicas, que si alguna vaca tien fuira puede emporcar toda la trilla y te va a tocar atropar con las manos la paja enmuñicada pa llevarla al muñiquero!
1.2.3.- Luego intentaremos agrupar los contenidos y darles una estructura y un estilo uniformes.
Esperamos que, al final de cada día, nos ayuden los linderos a emparvar la trilla con el cambón, las bieldas y los rastros y a barrer la solera con los baleos.
¡Rapacines, nu nus ceguedes con la puisa, diañe, y echaila amodín por encima de la parva pa que nu se cale si vien una truena!
1.2.4.- Una vez corregidos los errores y alcanzado el grado de calidad deseado, conservaremos cada tema en esta enciclopedia de forma indefinida.
Cada tarde, si se levanta un poco de viento, aventaremos la parva con los bieldos para separar la paja del grano; acribaremos el grano para quitarle cogollos, cascabiellos, neguilla y cornizuelos, y llenaremos las quilmas con el cuartal para llevar el grano a la panera.
¡Niños, dejaivus ya d'andar acarriando a la niña n'el cuartal, qu'ontavía la vades a mancar, coime!
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Aclaración sobre la utilización del "habla de nuestra tierra".
El uso que hacemos del habla de nuestros antepasados carece de toda pretensión lingüística, porque no tenemos ni título ni conocimientos para dar lecciones sobre la materia. Tan solo tenemos en la memoria palabras y frases que nos suenan a gloria, aunque, tal vez, no las sepamos escribir de forma correcta. En este asunto nos sometemos desde ya mismo al mejor criterio de quienes tienen competencia para ello - catedráticos y académicos -. Por eso facilitamos los enlaces para consultar todas las palabras que al lector le puedan resultar desconocidas o inusitadas:
Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua
Léxico del Leonés Actual (Cátedra de Estudios Leoneses - ULE)
Y añadiremos ("cuando hagamos modo y manera") a pie de cada tema o página de este blogg notas aclaratorias sobre el significado y uso que nosotros conocemos de aquellas palabras que no aparezcan en los diccionarios anteriores o que, apareciendo, no incluyen el significado que nosotros recordamos.
En cada cita o mención que hagamos de las palabras y dichos antiguos no siempre especificaremos el origen o fuente literal, ya que en la mayoría de los casos nos han llegado de oídas desde nuestros primeros balbuceos y, cuando las hayamos leído de textos ajenos, damos por sentado que no fueron inventadas por los autores de esos textos y, en todo caso, las oyeron de las personas que fueron nuestros antepasados, como es el caso de don Cayetano A. Bardón, escribano que fue de nuestro municipio y testamentario de muchos de nuestros antepasados.
Sí queremos dejar claro, desde ya mismo, que aborrecemos la simpleza de abusar de las palabras mal dichas, porque ese abuso asimila nuestra habla ancestral con la ignorancia. Preferimos no parecer ignorantes ni presumir de ello.
¡Oime bien, mastuerzo, si vuelves a decir que nusoutrus decimos "encicopledia" o "calandario", m'enganfo de ti y t'esfarrapo!
En resumen: Publicaremos los contenidos a medida que los vayamos creando y tendremos que modificarlos con cierta frecuencia y con la ayuda de los amigos y vecinos que se ofrezcan a colaborar y enmendar nuestros desaciertos.
Diálogo del maestro con los niños de la escuela
- Oídme, chicos. ¿No os parece que ya está bien de escribir todas estas tonterías?
- Pus verá usté, siñor maestro. Resulta qu'a nusoutrus diviértenus mucho escribilas primeru y leelas dispués. Y pe que nu nus abultan tan tontas. De modo y manera que pensamos que aquellus a lus que yes parezcan tonterías pueden dejar de leerlas pa no afogarse con ellas. ¿No ye parez a usté?
- Bueno... ¡Que valga! ¡Con tal de no ofender...!