martes, 3 de diciembre de 2024

2.- Geografía. Temario y guía sentimental.

  

Descripción del solar donde nacimos, crecimos y, probablemente, volveremos a la tierra.



El capítulo de geografía (del latín geographía, y éste del griego γεωγραφία,​ literalmente traducido como «descripción de la tierra»), será dedicado a estudiar, describir y representar nuestro territorio como el escenario de nuestra vida. Por esa consideración de 'espacio para la vida', le daremos una orientación marcadamente ecológica, resaltando los criterios verdaderamente ecológicos que nos preocupan.


Representación simbólica del mundo y la ecología.
(Universidad Isabel I)


El temario del capítulo de geografía incluirá los siguientes capítulos:

- Localización (Cartografía)

- Nuestro cielo y sus luces (Astronomía),

- Nuestro suelo (Geología). Describirá este solar que habitamos:

- Orogenia (cómo y cuándo se formó el territorio)

- Orografía (relieve del territorio y sus accidentes. Horizonte de cordilleras y montañas).

- Clima, fuentes, llamargos, arroyos y regueros (Meteorología e Hidrografía). 

- Paisajes, 
parajes. Lista de topónimos y su significado, Caminos y destinos (Ecología) 

- Paisanaje: personas, árboles y animales singulares (Etnografía)


____________________________

Guía sentimental de nuestra tierra.

Esta es una guía subjetiva, personal, nada científica.

Es importante conocer a fondo nuestra tierra para poder apreciarla en lo que vale y para remediar aquellos brotes de aborrecimiento que su aspecto más duro nos haya podido provocar en los momentos amargos de la vida. 

Así, nos daremos cuenta de que no tenemos y, con toda seguridad, nunca tendremos otra tierra mejor, ni siquiera los que hemos emigrado en busca de otras primaveras y otros nidos. No queremos tenerla; porque no queremos renunciar a la nuestra. Tampoco trataremos de pintarla más guapa de lo que es para, luego, jurarle amor eterno. Ya la queremos como es y queremos decirlo bien alto y bien fuerte.

 

¿Cómo sentimos que es nuestra tierra?

En síntesis podríamos decir que es: 

  • Inhóspita y arisca casi siempre, acogedora y dulce sólo a veces.

  • Roñosa con sus frutos casi siempre, fértil y dadivosa en tiempos de bonanza y después de dedicar a su cultivo ímprobos esfuerzos.

  • Dura y aislada a la vez que recogida y tierna. Buen lugar para esparcirse y gozar de los instantes gratos de la vida.

  • Brillante de luz, con un cielo sin igual por el día y por la noche.

  • Sonora de cantos de pájaros, susurros de brisas, rumores de aguas...

  • Fresca de sombras en verano, heladora de escarchas en invierno y a destiempo en otras estaciones.

  • Luminosa de flores en contadas ocasiones, parda y seca casi siempre.

  • Un mal lugar para invertir esfuerzos excesivos, por eso pertenece a la "España vaciada".

  • Un buen solar al que llegar para descansar y recuperar el ánimo.

  • El mejor lugar para encontrar un amigo o pedir un favor al vecino.

  • Un terruño ingrato para plantar, que sólo dará los más hermosos y sabrosos frutos, si no te importa 'hacer de tripas corazón' y poner a sudar tu frente; pero es terruño bueno para aprovechar lo que nace espontáneamente. 

Aplicando la síntesis precedente, podríamos decir - con G. Bernanos - "El día en que yo me muera, decidle al dulce reino de mi tierra que lo he amado más de lo que nunca me he atrevido a confesar".

Pero los Ferrerillos de hoy no queremos esperar al 'dies illa'. Vamos a pregonar orgullosos que amamos a nuestra madre tierra tanto que muchos ya la hemos elegido para volver a ella cuando dejemos de ser quienes somos en vida.


Fotografía aérea de Ferreras, viniendo del Sur, por Mataloseiros.
Partiendo del primer plano y de abajo hacia arriba: el Cementerio de Las Barreras, el valle de Valdelaquintana y La Reguera; el Barrio del Camino de Astorga, La Silvar al Oeste, El Vago y Las Eras al Este; Las crestas de los chopos, albarines y alisos del valle; laderas de Matalascanda, con los barreros de La Corneta, y Valdeján delante de Los Chanos; y, a lo lejos, los cordales serranos de La Omaña y la cordillera Cantábrica entre brumas.


Fotografía aérea de Ferreras, viniendo del Norte por el Camino de San Feliz.
Partiendo del primer plano y de abajo hacia arriba: confluencia de  dos arroyos (Valeo y Valcavao) y dos caminos (el de San Feliz y el de Morriondo) en el paraje Entremolinos, con los primeros tonos dorados del otoño asomando en las crestas de los álamos; el caserío del pueblo en el centro, entre La Silvar, al Este, y Las Encorradas, al Oeste; al fondo Vallín de los Huelmos, al Oeste, y La Traviesa, al Este, en el camino de Riofrío.